" ¿ Cómo se explica que, cuando pienso en películas, me pierda inmediatamente en el reino de los recuerdos?.

Geométricamente nada cuadra, nadie quiere guardar la distancia prescrita, los momentos realmente grandes no se entregan sino que permanecen en la sombra de algo que ya de por sí es un reino de las sombras. Los que acuden son los momentos prescindibles. No es la toma genial lo que se ha conservado ( como en los verdaderos aficionados al cine ), sino indecibles trivialidades; no es el zoom fantástico, el largo travelling, los despiadados primeros planos sobre los que se discutirá durante cien años en las academias de cine, sino un panóptico absolutamente ilógico compuesto por momentos kitsch, rostros anegados en llanto de actores hace tiempo olvidados, millones de vaqueros y pequeños criminales parisienses, colillas encendidas en ceniceros que llevan estampadas marcas de bebidas alcohólicas que ya no existen, senos de las dimensiones barrocas de la concupiscencia infantil, párrocos rurales, emperadores romanos con corona de cartón, esclavos, indios y otras minorías que saben morir con dignidad, la muerte en todas sus formas manieristas y mucho, mucho alcohol.

¿ Dónde están todas las horas que he pasado en esas oscuras y curiosas salas?. ¿ Tendré que rendir cuenta de ellas algún dían en algún lugar? Entre las demás sombras sentadas a mi alrededor, de las cuales sólo han quedado los contornos y que contemplan fantasmas y espectros, personas que han cambiado su verdadera vida por una existencia aparente, haciendo como si fueran otros. Pues ¿ qué es lo que vemos en realidad cuando vemos a James Dean, a Charles Laughton, a Vivien Leigh, a Fernandel, a Giulietta Masina , Ava Gardner? Fantasmas. Personas que antaño vivieron realmente y que aun el día de hoy, cuando reciben la orden de hacerlo, tienen que ejecutar los mismos movimientos prescritos, cometer el mismo asesinato, besar la misma boca. no pueden introducir nunca ni la más ligera variación, no pueden no decir esa palabra ni tampoco reír de otra manera, están condenados para siempre. Su infierno se llama cine, y ningún Orfeo los sacará de él."
Tenía mil vidas y elegí una sola. Cees Nooteboom- Rüdiger Safranski (ed)
Películas antiguas
- Hay una cosa que sí pueden provocar en mí.... soñar, imaginar, viajar en el tiempo y recordar momentos pasados, caras que ya si apenas recuerdo... y esas ausencias que de pronto te empiezan a acompañar para siempre.
Instantes de felicidad, ausencia de este mundo a veces feo y mediocre, momentos en los que soy Fred Astaire, William Holden ...
No vale la mentira.... las PELÍCULAS ANTIGUAS me dejan viajar en el tiempo-futuro...
Conclusión: ya no discrepo y afirmo como el autor "que en una vida hay lugar para varias biografías. Uno tiene experiencias y luego inventa historias que se acomoden a ellas. "La transmigración de las almas, escribe Nooteboom, no tiene lugar después sino durante la vida".
" ¿ Cuál es la verdadera existencia del pasado? Después de todo, no es más que lo que fue el presente una vez el presente ya ha pasado, no más que eso. Pero vaya". ( John Banville. " El mar").
" Sólo hay un poder que hace soportable nuestra estancia en la tierra entre nuestras dos ausencias infinitas, y es el poder de la fantasía". ¿Por qué añadir una realidad inventada a la realidad existente?". ( Nooteboom).
Esta entrada te la dedico.