miércoles, 29 de octubre de 2014

... ¡ qué poco tiempo más único! JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

ANIVERSARIO

" Tú no comprenderás
para qué he vuelto.
Tal vez, ahí tendida,
no comprendes
nada de lo que vive.
Yo he vuelto, sin embargo,
 para hablarte otra vez.
( Está mojada
y limpia la colina.)
Aún te pienso
con el rostro de siempre
y los cabellos, en su reino
de humo, un poco grises.
No tengo ojos
para más. Tal vez
no eres así y eso es la muerte.

He vuelto para hablarte.
Estoy aquí. Tú no comprendes
nada. Te he olvidado
 tanto y he podido
olvidarte tan poco.
Estoy alegre: a veces
no me acuerdo de ti
(¿ también esto es la muerte?).
No sé si me comprendes,
ni siquiera
si estás aquí o resbalas
por un aire que nunca
pesó sobre mi boca.

( La colina está quieta
sin embargo, igual bajo su cielo
como entonces.)
Mas óyeme si puedes.

Un día como hoy
cayó la nieve, 
arrebatada fue. Yo cumplo,
inútilmente, el rito. Pongo
esta lápida aquí. Pero no importa;
no puedes comprenderme.
Todo ha sido cortado."





EL ADIÓS

" ENTRÓ y se inclinó hasta besarla
porque de ella recibía la fuerza.

( La mujer lo miraba sin respuesta)

Había un espejo humedecido
que imitaba la vida vagamente.
Se apretó la corbata,
el corazón,
sorbió un café desvanecido y turbio,
explicó sus proyectos
para hoy,
sus sueños para ayer y sus deseos
para nunca jamás.

(Ella lo contemplaba silenciosa)

Habló de nuevo. Recordó la lucha
de tantos días y el amor
pasado. La vida es algo inesperado,
dijo. ( Más frágiles que nunca las palabras)
Al fin calló con el silencio de ella,
se acercó hasta sus labios
y lloró simplemente sobre aquellos
labios ya para siempre sin respuesta."




SÓLO EL AMOR

Cuando el amor es gesto del amor y queda
vacío un signo sólo.
Cuando está el leño en el hogar,
mas no la llama viva.
Cuando es el rito más que el hombre.
Cuando acaso empezamos
a repetir palabras que no pueden
conjurar lo perdido.

Cuando tú y yo estamos frente a frente
y una extensión desierta nos separa.
Cuando la noche cae.
Cuando nos damos
desesperadamente a la esperanza
de que sólo el amor
abra tus labios a la luz del día.

ESTA IMAGEN DE TI

"Estabas a mi lado
y más próxima a mí que mis sentidos.

Hablabas desde dentro del amor,
armada de su luz.
Nunca palabras
de amor más puras respirara.

Estaba tu cabeza suavemente 
inclinada hacia mí.
Tu largo pelo
y tu alegre cintura. 
Hablabas desde el centro del amor,
armada de su luz,
en una tarde gris de cualquier día.

Memoria de tu voz y de tu cuerpo
mi juventud y mis palabras sean
y esta imagen de ti me sobreviva."

QUE NO SE QUIEBRE 
TODAVÍA EL HILO

Que no se quiebre todavía el hilo
sin fin de la esperanza y la memoria dure
bajo la luz tendida de la tarde.

Que te retenga aún
continua en mi mirada y llegue
a mí la mano del amor, feraz y abierta.

Que aún responda
con mi vida a la vida.

Que no detenga aún
su incorruptible curso el tiempo
y transcurran las aguas,
las mismas aguas que nos llevan,
luminosas y amargas, 
mientras dure mi canto

SÉ TÚ MI LIMITE

TU CUERPO puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco
de la tristeza.

Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.

Si tú acercas tu boca inagotable
hasta la mía bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.

Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
 me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo,
me reduce a la sombra.
Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.

No te alejes jamás.
Los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite. 
Y yo la imagen
de mí, feliz, que tú me has dado.






MIENTRAS PUEDA decir
no moriré.

Mientras empañe el hálito
las palabras escritas en la noche
no moriré.

Mientras la sombra de aquel vientre baje
hasta el vértice oscuro del encuentro
no moriré.
                 No moriré.
Ni tú conmigo."

José Ángel Valente. Punto cero