martes, 24 de febrero de 2015

"El signo habla de lo que no existe/sin intérprete ni piedad moral. Otros sentidos lo interrogan... La pasión pregunta a cada boca y en sus residuos caen las gotas del fracaso..." Gelman




" El poema que te quiero escribir, amoramor, no tiene palabra todavía. Viaja en sus negaciones y desastres como el ayer en hoy y su argumento es una llama. Nadie puede apagarla y guarda su secreto cuando tu rostro es plena maravilla. Abre todas las puertas del sujeto, sacrificios del cuándo, los círculos de dos sin redactor original.


¿Y

si la poesía fuera un olvido del perro que te mordió la sangre/una delicia falsa/ una fuga en mí mayor/un invento de lo que nunca se podrá decir?¿ Y si fuera la negación de la calle/la bosta de un caballo/el suicidio de los ojos agudos? ¿ Y si fuera lo que es en cualquier parte y nunca avisa? ¿ Y si fuera?


Juan Gelman





ADIÓS, palabra , adiós.
Cierro los labios y los ojos, cierro
esta última página
y te dejo en la noche del libro,
pues me voy a escuchar
la luz en el silencio.

  Palabra: me tenías
enredado en tu trama
de preguntas y sombras,
en ti sangraba y me dolía en ti.
Casi todas las cosas, desde hoy,
serán más bellas sin esta cadena
de la palabra que define y ata,
y que, a veces, hasta se lleva el aire
que respirar no puedo.

  Ya pasa desbordado el río de este libro.
Adiós, palabra, el cuerpo
pesará mucho menos
cuando cierre los ojos
y no escriba, y no lea, y no vea.

Cuando cierre los labios
y ya no te pronuncie,
sentiré cómo me habla
ese tiempo que abisma en sueño puro.

  Adiós, palabra, voy
a sentir en el rostro una luz
que, no oyendo ni hablando,
me escucha y me pronuncia. 

TIEMPO Y ABISMO. Antonio Colinas




                                                                *

  Leer en absoluto silencio. Es como si, por unos momentos, ese silencio se transformase en mensaje de lo que leemos, en lenguaje que los oídos devoran. Luego, acabamos abandonando el libro. Sucede que el silencio se ha impuesto a la lectura, el vacío fértil a todo tipo de mensaje, por más absorbente que éste sea. Oyendo el silencio acabamos leyendo el silencio.

Tratado de armonía. Antonio Colinas.




lunes, 23 de febrero de 2015

El caudillo de las desapariciones premia al país donde los balazos son éstos... Juan Gelman




LA MORDAZA

SIEMPRE es lo mismo.
Siempre son los mismos.
Aunque hablan mucho y maniobran mucho,
no se les ve, ni se les oye, ni se les siente;
aunque hablan demasiado
no comunican nada
esencial, y es mucho lo que logran
por lo mucho que mienten.

Odres de hipocresía que, desde sus refugios
de poder, un siglo y otro siglo,
un día y otro día, van poniendo mordazas.
Aprietan muy despacio, muy despacio a la víctima;
con gran tenacidad insisten, y se extrañan
de que teniendo todo el cuerpo lleno 
de cuchilladas, éstas ya no sangren,
de que el que muerde la mordaza aún
respire, y respire,
y no muera.


Incluso cuando éste se agita exasperado,
pues le tienen atados las manos y los pies,
a veces logra escribir palabras
que ya nadie comprende.
Son sólo signos, símbolos, aullidos
que escapan del gran búnker de hormigón
en el que tienen enterrado,
a lo largo del tiempo, el  espíritu.

  Quieren con la mordaza
imponer un silencio absoluto, un silencio
que, sin embargo, traspasa los muros,
se torna en un clamor que todos oyen.
Lo asfixian y lo asfixian,
mas no calla, pues de tanto callar
se oyen sus silencios como gritos.

  Siente su boca sellada con cuero,
siente cómo le aprietan
más y más las correas en su nuca.
Como un nudo de hierro siente en la nuca el odio.
Y todos se preguntan cómo ese silencio
del amordazado
aún logra resistir
 la vesania del amordazador.

TIEMPO Y ABISMO. Antonio Colinas



XIII

Llegan los ruidos de la muerte cotidiana/ México/Irak/ Pakistán/Afganistán/ Yemen/ Somalia. Me miro sin explicaciones/ soy el asesino y el asesinado.Adiós, candor, los restos de la infancia están pálidos/ no hay qué darles de comer. La belleza de un pájaro dormido me trae agonías y ruego al pájaro que duerma. Sin árboles de hermosura corpórea, sin largos días de mayo.


                                                 Fotografía de Manu Brabo

XIV

La cárcel de la feria no tiene puertas de diamante ni candados de oro. La pena, el hambre, la infamia, la tristeza, hasta la misma muerte/ se pasean a dedos del jilguero que cae malherido. Te olvidaste del odio, la resignación, la furia, Baltasar. Las disciplinas de la humillación enfrían la vía pública y no soplan vientos de salud, los contratos posibles del encuentro entre los miedos del espíritu y los colores de una garza. La dignidad canta músicas flacas/ párpados de arena/ le clavan la fuente de la sangre. La indignación olvida sus fulgores. Vida, qué te hacen, vida, sola ahí, sin techo ni parabólicas, en la evaporación de cualquier sueño.



XXII


  El capitalismo se olvidó de la fiesta... Se ampara en oro ajeno y trabaja eternidades que no existe.

XVI

El temor normaliza el peligro cuando/ el asesino recorre calle a calle/ la lengua guarda todo lo que falta/ mujer primera que apedrearon/ la incertidumbre/ las ideas en un lugar sin número. Hay voces de las que nadie sabe nada/ una hoz las segó. Patrias en las que nacimos y no nacimos nos juntan con lo que siempre fueron/ crueldad colgada del pavor.

JUAN GELMAN. HOY




domingo, 22 de febrero de 2015

"Me queda este silencio para olvidar silencios". A. Colinas

                                                       




                                                                       I 
                                                                 Soledad *


La culpa es del rumor
Salobre de tu deseo
Que con las prisas decide
Romper amores de memoria
Vespertinos amores
Signos absolutos
De siemprevivos besos
De oropéndolas que mecen 
Sus cunas cuando ausente
Finalmente me abandonas.






Nocturno esquemático

Soledad fría y eterna.
Rotos besos de amor
Dormido
Bajo la luna llena
Abandonados.




Vuelvo a mi soledad y escucho
Ahora que la luz me trae un beso
La amarga nota de antiguos amores
                                        humánicos)
Y encendida de rubores casi encogida
Descanso en el pliegue de las horas
Mientras asumo el fracaso gozoso
Que las negras brasas de tus pupilas
Pronuncian en mi recóndito retiro.

                                                           II 
                                                      Serenidad *


  Llega la noche.
Bien reconoce mi deseo
Su quietud abandonada.

  En la soledad del macilento día
Retornará la codiciada hora
Y viejos signos alcanzarán su alivio
Con la sombra de ardientes rosas
Sin pasado.




Junto al triste silencio de la noche
Llegaron en respetado secreto
Los besos inventados de mi memoria.

Delirio y escándalo a su llegada
En la oscuridad de orgiástico reposo.

Adormecido está mi cuerpo en la noche
Mientras mil besos van y vienen
Sosteniendo el perfil de mi pesado sueño.


                                                          III 
                                                      Silencio *

                  
                               " Pour qui ecrit-on?

... Acaso he nacido
Para vivir callada
Cansados mis labios
De estar alerta...?


En el día que raya
Enterrado en la noche
Bajo un epitafio
De luz blanca y divina
Soy mujer que olvidaría
Con la doble luz del alba
El encanto de las horas
El instante del recuerdo
Del amado en la noche.




 Lanzaré la piedra más grande
Para marcar en el aire
La grandeza de mi pesado sueño.

Caerá, ¡ seguro!
¡ Y en viento roto!


¿ ACASO PUEDE HABLAR DE AROMA
UNA ROSA SEPULTADA?

Célere, profunda y lejana,
pensativa conciencia
De los últimos rosales.



En el polvo

Solitario

Las horas

Se detienen.

Nadie adivina

Su lenta agonía.



El revés de las horas.