" El poema que te quiero escribir, amoramor, no tiene palabra todavía. Viaja en sus negaciones y desastres como el ayer en hoy y su argumento es una llama. Nadie puede apagarla y guarda su secreto cuando tu rostro es plena maravilla. Abre todas las puertas del sujeto, sacrificios del cuándo, los círculos de dos sin redactor original.
¿Y
si la poesía fuera un olvido del perro que te mordió la sangre/una delicia falsa/ una fuga en mí mayor/un invento de lo que nunca se podrá decir?¿ Y si fuera la negación de la calle/la bosta de un caballo/el suicidio de los ojos agudos? ¿ Y si fuera lo que es en cualquier parte y nunca avisa? ¿ Y si fuera?
Juan Gelman
V
ADIÓS, palabra , adiós.
Cierro los labios y los ojos, cierro
esta última página
y te dejo en la noche del libro,
pues me voy a escuchar
la luz en el silencio.
Palabra: me tenías
enredado en tu trama
de preguntas y sombras,
en ti sangraba y me dolía en ti.
Casi todas las cosas, desde hoy,
serán más bellas sin esta cadena
de la palabra que define y ata,
y que, a veces, hasta se lleva el aire
que respirar no puedo.
Ya pasa desbordado el río de este libro.
Adiós, palabra, el cuerpo
pesará mucho menos
cuando cierre los ojos
y no escriba, y no lea, y no vea.
Cuando cierre los labios
y ya no te pronuncie,
sentiré cómo me habla
ese tiempo que abisma en sueño puro.
Adiós, palabra, voy
a sentir en el rostro una luz
que, no oyendo ni hablando,
me escucha y me pronuncia.
TIEMPO Y ABISMO. Antonio Colinas
*
Leer en absoluto silencio. Es como si, por unos momentos, ese silencio se transformase en mensaje de lo que leemos, en lenguaje que los oídos devoran. Luego, acabamos abandonando el libro. Sucede que el silencio se ha impuesto a la lectura, el vacío fértil a todo tipo de mensaje, por más absorbente que éste sea. Oyendo el silencio acabamos leyendo el silencio.
Tratado de armonía. Antonio Colinas.