LEO POEMAS
Leo poemas al azar,
leo casi sin pensar en lo que leo.
Cuando me encuentro un verso triste,
siento en el alma como una caricia.
No es que me alivie la tristeza ajena;
es que me siento menos solo.
LA VERDAD DE LA MENTIRA
Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
- ¿ Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
-Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.
DE TODAS FORMAS
Lo que queda
-tan poco ya-
sería suficiente
si durase.
ÁNGEL GONZÁLEZ. NADA GRAVE