CASUS BELLI
No pocos de esos lugares preclaros en los que alguna vez estuviste, son ya pasto de la barbarie, piedra despedazada, foco de mortandad. ¿ Qué ocurrió con la historia, con sus consentimientos y hermosuras? ¿ Quién tramó esa maldita progresión de desmanes que mudaron la propiedad de la belleza por un montón de escombros que habrían de convertirse, amén de en la constancia del horror, en moneda de cambio para mercaderes? Bagdad, Damasco, Alepo, Kabul, Beirut, Dubrovnik, Sarajevo, símbolos venerables de un mundo que ya nació imbatible, yacen desvencijados sobre ese mapa nauseabundo urdido por falsarios y truhanes. Circulan las imágenes de descalabros tantos y tú actúas no más como el atónito, el despavorido observador que vuelve al sitio aquel donde ya no hay sitio alguno. ¿ En qué sala de juntas programaron esa calamidad, a qué humana inmundicia remite esa calamidad? Portadores de cetros, mitras, talonarios, libros sagrados, se reúnen a orillas del río de la muerte y calculan el rédito empresarial del exterminio. Lo demás es ya sangre pensativa, cadáver insepulto, desmantelado albergue del terror.
J.M. Caballero Bonald
Desaprendizajes
La vida que se va deja un soplo en medio de la mano que es inútil besar.
JUAN GELMAN