miércoles, 22 de diciembre de 2021





 - ¿ Qué cree usted que es la dignidad?

Debo reconocer que la pregunta, al formulármela de forma tan directa, me cogió desprevenido.

- Es algo difícil de explicar en pocas palabras, señor - repuse-.

Pero creo que, en realidad, se trata de no desnudarse en público.

- ¿ Cómo? ¿ A qué se refiere?

- La dignidad, señor



- No sé cómo explicárselo, mister Stevens. Ni yo misma sé por qué  hago esas cosas. Pero sí, es verdad que le he abandonado tres veces.- Se quedó callada unos instantes, y yo volví a mirar en dirección a los campos que poblaban el otro lado de la carretera. Después añadió-: Mister Stevens supongo que lo que quiere saber es si amo o no a mi marido. 

- ¡ Oh, no, mistres Benn! ¿ Cómo podría atreverme a...?

- Sí, le responderé. Como acaba de decir, es posible que pasen muchos años hasta que volvamos a vernos. Sí, amo a mi marido. Al principio, y durante algún tiempo, no fue así. Cuando me fui de Darlington Hall, me costaba hacerme a la idea de que realmente me había ido. pero de eso hace ya muchos años. Más bien tenía la impresión de que era una treta más para fastidiarle a usted. Me costaba creer que me hallaba de pronto aquí, y que era una mujer casada. Y durante mucho tiempo, sí, durante mucho tiempo, fui muy desgraciada. Pero entonces pasaron los años, llegó la guerra, mi hija Catherine, y un día me di cuenta de que quería a mi marido. Después de tanto tiempo con una persona, uno se acostumbra. Es un hombre bueno y tranquilo, y sí, mister Stevens, he aprendido a amarle.

 Tras quedarse un instante callada, prosiguió:

- Claro, eso no impide que haya momentos, momentos muy tristes, en que me digo: "¿ Qué he hecho con mi vida?, y pienso que habría sido preferible seguir otro camino, que tal vez me hubiese dado una vida mejor. Por ejemplo, pienso en la vida que podría haber llevado con usted, mister Stevens. Y supongo que es en esos momentos cuando me enfado por cualquier cosa y me voy. Pero cuando hago eso, no pasa mucho tiempo hasta que me digo que mi sitio está aquí, junto a mi marido. Después de todo, no se puede hacer retroceder el tiempo. No se puede estar siempre pensando en lo que habría podido ser. Hay que pensar que la vida que uno lleva es tan satisfactoria, o incluso más, que la de los otros, y estar agradecido.

  Creo que no respondí inmediatamente. No me resultó fácil digerir aquellas palabras. Además, como supondrán ustedes, suscitaron en mí cierta amargura. En realidad, ¿ por qué no admitirlo?, sentí que se partía el corazón. Sin embargo, poco después, me volví hacia ella y le dije:

- Tiene usted toda la razón, mistress Benn. Ya es demasiado tarde para hacer retroceder el tiempo...



Mucha gente prefiere la noche al día. Siendo así, quizá deba seguir el consejo de no pensar tanto en el pasado, y de mostrarme más optimista y de aprovechar el máximo lo que resta del día. Después de todo, ¿ qué se gana con estar mirando siempre atrás? ¿ Con culparnos del hecho de que la vida no nos haya llevado por el camino que deseábamos? Por duro que parezca, la realidad para la gente como ustedes o como yo es que no tenemos más opción que dejar nuestro destino en manos de esos grandes personajes que guían el mundo y que contratan nuestros servicios. ¿ Para qué preocuparse tanto por lo que deberíamos haber hecho o dejado de hacer para dirigir el curso que tomaban nuestras vidas? Para personas como usted o como yo, la verdad es que basta con que intentemos al menos aportar nuestro granito de arena para conseguir algo noble y sincero.


Kazuo Ishiguro

Los restos del día



martes, 21 de diciembre de 2021

FIN DE AÑO


 


CABO SOUNION

Al pasar de los años,

¿ qué sentiré leyendo estos poemas

de amor que ahora te escribo?

Me lo pregunto porque está desnuda

la historia de mi vida frente a mí,

en este amanecer de intimidad,

cuando la luz es inmediata y roja

y yo soy el que soy

y las palabras

conservan el calor del cuerpo que las dice.


Serán memoria y piel de mi presente

o sólo humillación, herida intacta.


Pero al correr del tiempo,

cuando dolor y dicha se agoten con nosotros,

quisiera que estos versos derrotados

tuviesen la emoción

y la tranquilidad de las ruinas clásicas.

Que la palabra siempre, sumergida en la hierba,

despunte con el cuerpo medio roto,

que el amor, como un friso desgastado,

conserve dignidad contra el azul del cielo

y que en el mármol frío de una pasión antigua

los viajeros románticos afirmen

el homenaje de su nombre,

al comprender la suerte tan frágil de vivir,

los ojos que acertaron a cruzarse

 en la infinita soledad del tiempo.



CONFESIONES

Yo te estaba esperando. 

Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,

de la letra sin pulso y el verano

de mi primera carta,

por los pasillos lentos y el examen,

a través de los libros, de las tardes de fútbol,

 de la flor que no quiso convertirse en almohada,

más allá del muchacho obligado a la luna,

por debajo de todo lo que amé,

yo te estaba esperando.


Yo te estaba esperando.

Por detrás de las noches y las calles,

 de las hojas pisadas

y de las obras públicas

 y de los comentarios de la gente,

por encima de todo lo que soy,

 de algunos restaurantes a los que ya no vamos,

con más prisa que el tiempo que me huye,

más cerca de la luz y de la tierra, yo te estoy esperando.


Y seguiré esperando.

Como los amarillos del otoño,

todavía palabra de amor ante el silencio,

cuando la piel se apague, 

cuando el amor se abrace con la muerte

y se pongan más serias nuestras fotografías,

sobre el acantilado del recuerdo,

después que mi memoria se convierta en arena,

por detrás de la última mentira,

yo seguiré esperando.


TÚ QUE TODO LO SABES

Tal vez, tal vez tú puedas

encontrar lo que a mí me resulta imposible, 

lo que no he conseguido minuto tras minuto

de una noche de insomnio,

porque nada confiesan los últimos esfuerzos

del ascensor inútil

y mantienen silencio los ruidos de la luz

y los primeros coches.


Pero tal vez, seguro que tú puedes,

porque todo lo piensas y a todo le das vueltas,

encontrar lo que a mí me resulta imposible, 

un lugar de mi cuerpo, un rincón de mis ojos,

de tu pelo que sabe llorar como un recuerdo

sobre nosotros juntos,

de los labios que saben callarse como un sueño,

de las manos que buscan mi cara y me preguntan

y no esperan respuesta.


Seguro que tú puedes porque lo  piensas todo,

pero yo nada encuentro,

nada encuentro en mí mismo

que no viva rendido  ser memoria,

amor de ti,

sombra de lo que existe porque te pertenece.


MARTES Y LETRAS

Yo estoy donde tú estás. pero en la vida

hay cosas que no pueden compartirse.

Por eso sigo aquí y voy contigo,

 cercano y lejanísimo,

en busca de otro mundo que no es mío, 

aunque está junto a mí.


LA AUSENCIA ES UNA FORMA DEL INVIERNO

Como ele cuerpo de un hombre derrotado en la nieve,

con ese mismo invierno que hiela las canciones

cuando la tarde cae en la radio de un coche,

como los telegramas, como la voz herida

que cruza los teléfonos nocturnos,

igual que un faro cruza

por la melancolía de  las barcas en tierra,

como las dudas y las certidumbres,

como mi silueta en la ventana,

así duele una noche,

con ese mismo invierno de cuando tú me faltas,

con esa misma nieve que me ha dejado en blanco,

pues todo se me olvida

si tengo que aprender a recordarte.


RESUMEN

No existe libertad que no conozca,

ni humillación o miedo

a los que no me haya doblegado.

Por eso sé de amor,

por eso no medito el cuerpo que te doy,

por eso cuido tanto las cosas que digo.


POÉTICA

Ya sé que otros poetas

se visten de poeta, 

van a las oficinas del silencio,

administran los bancos del fulgor,

calculan con esencias

los saldos de sus fondos interiores,

son antorchas de reyes y de dioses

o son lengua de infierno.


Será que tienen alma.

Yo me conformo con tenerte a ti

y con tener conciencia.


LES PIDO QUE ME MIENTAN

Escribo para ti, 

pero no hablo contigo

al pensar mis palabras.


FIN DE AÑO

Porque sé que a este amor le pertenecen

los días que me faltan por vivir,

la realidad con su mirada inhóspita,

el deseo que nace de los sueños.


Porque lo sé, porque ya casi todo

pertenece a este amor,

como las realidades que viví,

como los sueños que me quedan.


DISCIPLINA SECRETA

La casa como barco

en alta mar de junio.

Las calles como trenes

de noche sosegada.


Estas cosas no pasan en el mundo.

Estoy por afirmar

que ahora vivo en un libro de poemas.

Pero si tú me miras,

decidida a existir

desde el fondo templado de tus ojos,

también existe el mundo.

Y muy probablemente

yo acabaré por existir contigo.


* los rostros juntos, 

en una de esas tardes infinitas

de las que nacen las estrellas,

mientras la noche hospitalaria

llega en forma de voz

y se acerca

                   y nos dice:

                                      venga,

vámonos de aquí.


COMPLETAMENTE VIERNES

Luis García Montero

Tus lecturas  me acercan a ti. 

                                                Siempre

domingo, 19 de diciembre de 2021

 


Por lo general, las personas no muestran lo terribles que son. Pero son como una vaca pastando tranquila que, de repente, levanta la cola y descarga un latigazo sobre el tábano. Basta que se dé la ocasión para que muestren su horrenda naturaleza. Recuerdo que se me llegaba a erizar el cabello de terror al pensar en que este carácter innato es una condición esencial para que el ser humano sobreviva. Al pensarlo, perdía cualquier esperanza sobre la humanidad.

 Siempre me había dado miedo la gente y, debido a mi falta de confianza en mi habilidad de hablar o actuar como un ser humano, mantuve mis agonías solitarias encerradas en el pecho y mi melancolía e inquietud ocultas tras un ingenuo optimismo. Y con el tiempo me fui perfeccionando en mi papel de extraño bufón.

No me importaba cómo: lo importante era conseguir que se rieran. De esta forma, quizá a los humanos no les importara que me mantuviera fuera de su vida diaria. Lo que debía evitar a toda costa era convertirme en un fastidio para ellos. Debía ser como la nada, el viento, el cielo... 




La sociedad. Para entonces hasta yo estaba empezando a tener una ligera idea de qué se trataba. O sea, una lucha entre individuos. Y una lucha en  que el ganarla lo supone todo. El ser humano no obedece a nadie. Hasta los esclavos llevan a cabo entre ellos mismos sus venganzas mezquinas. Los seres humanos no pueden relacionarse más allá de la rivalidad entre ganar y perder. A pesar de que colocan a sus esfuerzos etiquetas con nombre grandilocuentes, al final su objetivo es exclusivamente individual y, una vez logrado, de nuevo solo queda el individuo. La incomprensibilidad de la sociedad es la individuo. Y el océano no es la sociedad sino los individuos que la forman. Y yo, que vivía atemorizado por el océano llamado "sociedad", logré liberarme de ese miedo. Aprendí a actuar de una forma descarada, olvidándome de mis interminables preocupaciones, respondiendo a las necesidades inmediatas.

" Me separé", dije  tan solo...


Osamu Dazai

INDIGNO DE SER HUMANO