sábado, 17 de enero de 2015

"Alguien ha llegado. Alguien está escribiendo"



MANTENER COMPLETAS LAS COSAS

"En un campo
soy la ausencia
de campo.
Así
sucede siempre.
Dondequiera que esté
soy aquello que falta.



Cuando camino
parto el aire,
y el aire
siempre se mueve
para llenar los huecos
donde mi cuerpo estuvo.

Todos tenemos razones
para movernos.
Yo me muevo
para mantener completas las cosas."



RENUNCIANDO A MI MISMO

Renuncio a mis ojos, que son huevos de cristal.
Renuncio a mi lengua.
Renuncio a mi boca, que es el deseo constante de mi
lengua.
Renuncio a mi garganta, que es la manga de mi voz.
Renuncio a mi corazón, que es una manzana en llamas.
Renuncio a mis pulmones, que son árboles que nunca han 
visto a la luna.
Renuncio a mi olor, que es el de una piedra atravesando la 
lluvia.
Renuncio a mis manos, que son diez deseos.
Renuncio a mis brazos, que de todos modos siempre
quisieron dejarme.
renuncio a mis piernas, que son amantes sólo de noche.
Renuncio a mis nalgas, que son las lunas de la niñez.
Renuncio a mi pene, que susurra coraje a mis muslos.
Renuncio a mis ropas, que son muros que se agitan al viento
y renuncio al fantasma que vive en ellas.
Renuncio. Renuncio.
Y ninguna de estas cosas será tuya porque ya he comenzado
de nuevo sin nada.



EL GUARDIÁN

El sol se oculta. Los prados arden.
El día cumplido, la luz extinguida.
¿ Por qué amo lo que desaparece?

Tú que te fuiste, que te estás yendo,
¿ qué oscuros espacios habitas?
Guardián de mi muerte,

preserva mi ausencia. Estoy vivo.


LA COLINA

He llegado tan lejos sólo con mis piernas,
perdiendo autobuses, perdiendo taxis,
y siempre subiendo. Un pie delante del otro,
así es como lo hago.

No me importa cómo la colina continúa.
Hierba junto al camino, un árbol agitado
sus hojas negras. ¿ Qué más da?
Cuanto más camino, más lejos estoy de todo.

Un pie delante del otro. Las horas pasan.
Un pie delante del otro. Los años pasan.
Los colores de la llegada se apagan.
Así es como lo hago.

LLEGAR A ESTO

Hemos hecho lo que hemos querido.
Hemos abandonado los sueños, prefiriendo el  gran
esfuerzo
de cada uno, y hemos dado la bienvenida al dolor
y llamado ruina al hábito imposible de romper.

Y ahora estamos aquí.
La cena preparada y no podemos comer.
La carne descansa en el lago blanco de su plato.
El vino espera.

Llegar a esto
tiene su recompensa: nada es prometido, nada
cogemos.
No tenemos corazón ni gracia que nos salve,
no hay lugar donde ir, no hay razón para permanecer.

POEMAS TEMPRANOS. Mark Strand



lunes, 12 de enero de 2015

"Desde la tierra hablaba, desde la tierra hablará para siempre". Pablo Neruda

                                                             

"   Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que haya o no reconciliación y perdón. En España no se ha cumplido con el duelo, que es, entre otras cosas, el reconocimiento público de que algo es trágico y, sobre todo, de que es irreparable. Por el contrario, se festeja una vez y otra, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre el que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo para siempre, de vida y ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de recuerdo: no corresponde al momento en que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino a aquel en que patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra existencia de un vacío".

    CARLOS PIERA, " Introducción" a Tomás Segovia: En los ojos del día: antología poética.

Los girasoles ciegos. Alberto Méndez.




EL RAYO QUE NO CESA

  " UN CARNÍVORO cuchillo
de ala dulce y homicida 
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.

Rayo de metal crispado
fulgentemente caído,
picotea mi costado
y hace en él un triste nido.

Mi sien, florido balcón
de mis edades tempranas,
negra está, y mi corazón,
y mi corazón con canas.

Tal es la mala virtud
del rayo que me rodea,
que voy a mi juventud
como la luna a la aldea.

Recojo con las pestañas
sal del alma y sal del ojo
y flores de telarañas
de mis tristezas recojo.

¿ Adónde iré que no vaya
mi perdición a buscar?
Tu destino es de la playa
y mi vocación del mar.

Descansar de esta labor
de huracán, amor o infierno
no es posible, y el dolor
me hará a mi pesar eterno.

Pero al fin podré vencerte,
ave y rayo secular,
corazón, que de la muerte
nadie ha de hacerme dudar.

Sigue, pues, sigue, cuchillo,
volando, hiriendo. Algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía."