POEMAS DE AIRE
Los poemas de aire se mueren despacio;
demasiado ligeros para la página, demasiado débiles,
demasiado lejanos; los que llamamos La Luna,
Las Estrellas, El Sol, se hunden en el mar o tras los árboles
en el límite del campo. La tumba de la luz está en todas partes.
Un día de verano o noche de invierno los poemas cesarán.
Nadie llorará, nadie mirará el cielo.
Una niebla espesa llenará los valles,
una oscuridad indeleble lloverá sobre las montañas,
y nada, ni un solo pájaro, cantará.
Poemas Tempranos
Mark Strand