martes, 7 de junio de 2022

Los que viven de prestado no tienen sentido de la realidad

 


 La mayoría de la gente construye tal como vive: por una cuestión de rutina y azar sin sentido. Sin embargo, pocos entienden que construir es un gran símbolo. Vivimos en nuestra mente, y la existencia es el intento de  llevar esa vida a la realidad física, a declararla en un gesto y una forma. Para el hombre que entiende esto, la casa que posee es una declaración de su vida. Si no construye, cuando tiene los medios para hacerlo, es porque su vida no ha sido lo que quería.


                                                El manantial ( 1949). Es una película dirigida por

                                               King Vidor con Gary Cooper, Patricia Neal, Raymond Massey...


    -Hace miles de años, un primer hombre descubrió cómo hacer fuego. Es probable que fuese quemado en la hoguera que había enseñado a sus hermanos a encender. Lo consideraron un malhechor que estaba en tratos con un demonio al que la humanidad tenía pavor. Pero, desde entonces, el hombre tuvo fuego para calentarse, para cocinar sus alimentos, para iluminar sus cuevas. Les dejó un regalo que no habían concebido y que levantó la oscuridad de la tierra. Siglos después, un primer hombre inventó la rueda. Es probable que fuese descoyuntado en el potro de tortura que había enseñado a sus hermanos a construir. Lo consideraron un transgresor que se había aventurado en territorio prohibido. Pero, desde entonces, el hombre pudo viajar y traspasar cualquier horizonte. Les dejó un regalo que no habían concebido y abrió los caminos del mundo.

 - Ese hombre insumiso y pionero, está en el primer capítulo de cualquier leyenda que la humanidad haya documentado sobre sus comienzos. Prometeo fue encadenado a una roca  y devorado por los buitres porque había robado el fuego de los dioses. Adán fue condenado a sufrir porque había comido el fruto del árbol del conocimiento. Cualquiera que sea la leyenda, en algún lugar entre las sombras de su memoria, la humanidad supo que su gloria empezó con uno, y que ese uno pagó por su valentía.

 - A lo largo de los siglos, hubo hombres que dieron los primeros pasos por nuevos caminos, sin más pertrechos que su propia imaginación. Sus objetivos diferían, pero todos tuvieron en común que ese paso era el primero, que el camino era nuevo, que la imaginación no era prestada y que la respuesta que recibieron era el odio. Los grandes creadores, los pensadores, los artistas, los científicos, los inventores se enfrentaron solos a los hombres de su tiempo. Se reaccionó contra cada gran nuevo pensamiento. Se condenó cada gran nuevo invento. El primer motor se condenó ridículo. El avión se consideró imposible. La tejedora se consideró pecaminosa. pero los hombres cuya imaginación no era prestada siguieron adelante. Lucharon, sufrieron y lo pagaron. Pero ganaron.

 - El hombre no puede sobrevivir si no es por medio de su mente. Llega a la tierra desarmado. Su cerebro es su única arma. Los animales obtienen la comida por medio de la fuerza. El hombre no tiene garras, colmillos, cuernos ni una gran fuerza muscular. Debe cultivar su alimento o cazarlo. Para cultivarlo, necesita un proceso de pensamiento. Para cazarlo, necesita armas, y para hacer armas, un proceso de pensamiento. Desde la necesidad más básica a la abstracción religiosa más elevada o desde la rueda al rascacielos, todo lo que somos y todo lo que tenemos viene de un único atributo del hombre: la función de su mente pensante.

 - Pero la mente es un atributo del individuo. No existe el cerebro colectivo. No existe el pensamiento colectivo. Un acuerdo alcanzado por un grupo de personas es sólo una concesión o una media obtenida a partir de muchos pensamientos individuales. Es una consecuencia secundaria. El acto primigenio, el proceso de pensamiento, lo debe realizar cada hombre en solitario. Podemos dividir una comida entre muchos hombres, pero no podemos digerirla en un estómago colectivo. Nadie puede usar sus pulmones para respirar por otra persona. Nadie puede usar su cerebro para pensar por otra persona. Todas las funciones del cuerpo y el espíritu son privadas. No se pueden compartir ni transferir.

AYN RAND. EL MANANTIAL


Cuando  suspendes  tu facultad de pensar de forma independiente, suspendes tu conciencia. Detener la conciencia es detener la vida. ( AYN RAND)