CAÍDA
Y me vuelvo a caer desde mí mismo
al vacío,
a la nada.
¡ Qué pirueta!
¿ Desciendo o vuelo?
No lo sé.
Recibo
el golpe de rigor, y me incorporo.
Me toco para ver si hubo gran daño,
mas no me encuentro.
Mi cuerpo ¿ dónde está?
Me duele sólo el alma.
Nada grave.
LA VERDAD DE LA MENTIRA
Al lector se le llenaron de pronto los ojos de lágrimas,
y una voz cariñosa le susurró al oído:
- ¿ Por qué lloras, si todo
en ese libro es de mentira?
Y él respondió:
- Lo sé;
pero lo que yo siento es de verdad.
A VUELTAS
Y ahora, ¿ dónde estoy?:
en el lugar del que vengo,
no en el lugar al que voy.
Pese a todo, sigo viaje.
Me detengo
para mirar el paisaje,
lo reconozco y me digo:
ya lo vi.
Pues entonces,¿por qué sigo?
Porque sí.
Sin moverme de mí,
desaparecí.
Nada por allá,
nada por aquí.
Nada, nadie, nada.
No estoy donde estaba.
No estoy, simplemente.
Así,
de repente
me desvanecí
sin dejar vestigio.
¿ Quién hizo el prodigio?
La muerte es la mejor prestidigitadora.
* YA CASI
Esto,
que está muy mal,
está pasando.
Como pasó el amor,
pasará el desconsuelo.
¿ Acabaré agradeciendo al tiempo
lo que en él siempre odié?
Que todo pase,
que todo lo convierta al fin en nada.
ÁNGEL GONZÁLEZ. NADA GRAVE