" Era de carne, y se fotografiaba de carne. Tenías la impresión de que bastaba con alargar la mano para poder tocarla"
Billy Wilder sobre MM
Wilder, 1959, en respuesta a la pregunta por qué le dio a Marilyn Monroe el papel de Sugar Kane.
" Irving Thalberg, que en aquellos momentos, sin haber cumplido todavía los treinta años, era jefe de producción de la Universal fue más agudo, cuando entre 1929 y 1930 produjo las primeras películas de los hermanos Marx en Hollywood. Hizo someter a test los cuatro grandes números de risa, en auténticas representaciones teatrales ante un público. Se midió con cronómetros la duración de las risas, para poder incluir después en la pantalla las correspondientes pausas, durante las cuales los hermanos Marx y sus colegas improvisaban sin decir nada. así se evitó que los espectadores, riéndose de un chiste, pisotearan el siguiente.
Más adelante, cuando rodé Con faldas y a lo loco hice mía esta experiencia y justamente en la escena donde Jack Lemmon, después de pasar toda la noche bailando con Joe E. Brown, yace vestido en la cama, por la mañana. Tony Curtis trepa por la ventana, de regreso del yate y de una noche con la Monroe. Lemmon le confiesa que acaba de prometerse con Joe E Brown, y que quiere casarse con él. A partir de ahí, el diálogo entre los dos es tan absurdo, que cada frase se convierte en un chiste. Lemmon tararea la melodía del tango y agita unas maracas: le dije que durante esta escena debía tenerlas simplemente en las manos y agitarlas después de cada frase. Lemmon me miró sorprendido:
- Pero, ¿ no es la escena ya bastante cómica? ¿ Necesito también las maracas?.
- Precisamente las necesitas porque la escena es tan cómica.
Para crear pausas para las carcajadas".
He aquí la escena en la que Wilder, gracias a las maracas, consigue crear pausas para las carcajadas entre los chistes del diálogo.
Billy Wilder.
NADIE ES PERFECTO. B W con Hellmuth Karasek.
" Al empezar cualquier guión y cualquier película, te sientes como en una habitación a oscuras en la que tropiezas con las esquinas, te caes, pero también en la que, a medida que vas iluminándola con ideas, se hacen los más excitantes descubrimientos.
Y a menudo uno tropieza por casualidad con esos descubrimientos. Esto también se pone de manifiesto en Con faldas y a lo loco y en la escena final de la película.
Joe E. Brown y Jack Lemmon, disfrazado de chica, están sentados en la parte delantera del bote. Brown lo conduce, y por eso mantiene la mirada fija hacia delante. En la parte de atrás del bote, Marilyn Monroe y Tony Curtis están besándose.
" Oswood: He hablado con mamá por teléfono, ha llorado de felicidad. Desea que lleves su traje de novia con encajes blancos.
Jerry ( llevándose las manos al corazón): Oswood, no puedo casarme con el traje de tu madre, ella y yo no tenemos el mismo cuerpo.
Oswood: Haremos que lo arreglen.
Jerry ( con firmeza): ¡No lo harás! Mira, Oswood, debo decirte la verdad. No podemos casarnos.
Oswood. ¿ Por qué no?
Jerry: Bueno, en realidad no soy rubia.
Oswood ( generoso): No importa.
Jerry: Y además, fumo. Fumo como un carretero.
Oswood: A mí no me molesta.
Jerry: Y tengo un pasado muy agitado. Desde hace tres años vivo con un saxofonista.
Oswood: Te perdono.
Jerry ( cada vez más desesperado): Y nunca podré tener hijos.
Oswood: Los adoptaremos
Jerry: ¿ Pero, es que no me comprendes? ( se arranca la peluca y dice con voz de hombre): ¡Soy un HOMBRE!.
Oswood ( con indiferencia): Nadie es perfecto".
Billy Wilder.
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