lunes, 18 de julio de 2022

 


¿ Qué es lo que  hace a la vida digna de vivirse?

  Ningún niño se hace esta pregunta. Para los niños, la vida es obvia. La vida existe por su cuenta, no importa si es buena o mala. Es así porque ellos no ven el mundo, no contemplan el mundo, no reflexionan sobre el mundo, pero están tan dentro de él que no distinguen entre el mundo y ellos mismos. Cuando por fin ocurre, cuando surge una distancia entre lo que son ellos y lo que es el mundo, se plantea la pregunta: ¿ qué es lo que hace que la vida merezca la pena vivirse?

  ¿ Es la sensación de bajar la ventanilla para abrir la puerta, notar cómo gira hacia dentro o hacia fuera sobre sus goznes, siempre dispuesta y accesible, y hallarse en otra estancia?

  Sí, la puerta se abre como un ala, y solo eso hace que la vida merezca la pena vivirse.

  Si has vivido muchos años, la puerta es obvia, el jardín es obvio, el cielo y el mar son obvios, incluso la luna que cuelga, iluminando los tejados por la noche, es obvia. El mundo es obvio, pero nosotros no escuchamos, y como ya no nos encontramos en sus profundidades ni lo experimentamos como una parte de nosotros mismos, es como si desapareciese. Abrimos la puerta, pero no significa nada, simplemente es algo que hacemos para ir de una estancia a otra.


Karl Ove                 En otoño


 Para una noche de verano  



                                                                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario