sábado, 31 de diciembre de 2016

" Vivir para los demás es la mejor manera de vivir para uno mismo"




  Mi vida,
os la puedo contar en dos palabras:
Un patio
y un trocito de cielo
por donde a veces pasan
una nube perdida
y algún pájaro huyendo de sus alas.


AUTOBIOGRAFÍA

Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.
Por eso aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
y a muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.
Mas no hay sombra de arcángel
vengador en mis venas.
España es sólo el grito
de mi dolor que sueña...


¿ LA VIDA?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de   un río
cuando se cubre de pájaros.

Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.

Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llave,
como la choza de un pobre.

Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del Amor, no lo recuerdo.

¿ Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?

¿ O sólo queda esta fosa,
 la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?

Veintidós años... Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma... Escribo

a tientas: " el mar", " el campo"...
Digo " bosques" y he perdido
la geometría de un árbol.

Hablo, por hablar, de asuntos
que los años me borraron...

No puedo seguir, escucho
los pasos del funcionario.

MI CORAZÓN ES PATIO

La tierra no es redonda:
es un patio cuadrado
donde los hombres giran
bajo un cielo de estaño.
Soñé que el mundo era
un redondo espectáculo
envuelto por el cielo,
con ciudades y campos
en paz, con trigo y  besos,
con ríos, montes y anchos
mares donde navegan
corazones y barcos.

Pero el mundo es un patio
(Un patio donde giran
los hombres sin espacio)

...

y en la soledad del muro
hallareis mi testamento:

al mundo lo dejo todo
lo que tengo y lo que siento,
lo que he sido entre los míos,
lo que soy, lo que sostengo.
una bandera sin llanto,
un amor, algunos versos...
y en las piedras lacerantes
de este patio gris, desierto,
mi grito, como una estatua
crucificada y rota, en el centro.




QUIERO EL AMOR

Quiero el amor enorme y sin riberas,
y mi pena también, sin meridianos.
Quiero morder los límites humanos
y del hielo saltar a las hogueras...

Sólo el alma se vuelca en torrenteras
de fantástica luz, si ardientes manos
me arrastran a sus grados más lejanos,
abismos de imposibles primaveras.

Redimiré así el alma de los planos
senderos que trilla el "cada día"
igualándome a las brisas marineras.

Como van los gitanos por la luna,
sangrando pura, ardiente poesía,
desnudo voy por mágicas esferas.

...


Quisiera ser como el tiempo
fugaz y eterno,
ir pasando como el viento.

Un río. Ser el caudal
que va ganando al morir
en la fosa azul del mar.

Pero el viento se detiene
en la orilla de la calma
y en la calma se sostiene.

Pero muere el manantial
y seco el cauce del río
camino es de tierra al mar.

¿ Y el tiempo?, herido le siento
como un dolor nada más
de eternidad y momento.

PUDE CAER
                                                   Para Ana


MARCOS ANA. Poemas de la prisión y la vida.



domingo, 25 de diciembre de 2016

la pura observación es transformadora; no hay arma más eficaz que la atención.



El deseo de luz produce luz.
Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención.
Es realmente la luz lo que se desea
cuando cualquier otro móvil está ausente.
Aunque los esfuerzos de atención
fuesen durante años aparentemente estériles,
un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos
inundará el alma.
Cada esfuerzo añade un poco más de oro
a un tesoro que nada en el mundo puede sustraer.

Simone Weil

Mientras el hombre tenga preguntas que hacerse, tiene todavía salvación.



domingo, 27 de noviembre de 2016

Crónicas


¡Ay de ti que saqueas y nunca fuiste saqueado
que haces deslealtad aunque nadie contra ti la
hizo! Cuando acabes de saquear serás saqueado
y cuando acabes de hacer deslealtad se hará
contra ti.
                  Isaías 33,I




CRÓNICAS DE INDIAS

... porque como los hombres no
somos todos muy buenos ...
Bernal Díaz del Castillo

Después de mucho navegar
por el oscuro océano amenazante
encontramos
tierras bullentes en metales, ciudades
que la imaginación nunca ha descrito,
riquezas,
hombres sin arcabuces ni caballos.
Con objeto de propagar la fe
y arrancarlos de su inhumana vida salvaje,
arrasamos los templos, dimos muerte
a cuanto natural se nos opuso.
Para evitarles tentaciones
confiscamos su oro.
Para hacerlos humildes
los marcamos a fuego y aherrojamos.
Dios bendiga esta empresa
hecha en Su Nombre.












Entrada la noche



  Había leído que al azar sólo le debemos  una cantidad muy limitada de encuentros- las mismas situaciones y los mismos rostros vuelven y se parecen a los trozos de cristales de colores de los los caleidoscopios con ese juego de espejos que da la ilusión de que las combinaciones pueden variar hasta el infinito. Pero se trata de combinaciones más bien limitadas.




  Me pregunto si la noche en que me atropelló el coche no volvía de acompañar a Hélène Navachine a coger el tren en la estación del Norte. El olvido acaba por roer lienzos enteros de nuestras vidas y, a veces, minúsculas secuencias intermedias. Y, en esa película antigua, el moho del celuloide trae consigo saltos en el tiempo y nos da la impresión de que dos acontecimiento que habían ocurrido con meses de intervalo han sucedido el mismo día, e incluso que fueron simultáneos. ¿ Cómo establecer una cronología mínima al ver cómo desfilan esas imágenes truncadas que se encabalgan en la confusión máxima de nuestra memoria o van sucediéndose, a veces despacio y a veces a trompicones, entre agujeros negros? Acaba por darme vueltas la cabeza.

Accidente nocturno. PATRICK MODIANO


sábado, 26 de noviembre de 2016

El pasado es un prólogo






                                SOBRE LA FUGACIDAD DE LAS COSAS


Siento su aliento en las mejillas todavía,
¿Cómo es posible que días tan recientes ya
transcurrieran del todo y para siempre?

Esto es algo que nadie imagina a fondo,
y demasiado atroz para lamentaciones,
todo se desliza y fluye ante uno mismo,

y mi propio Yo, por nada impedido,
se me escurrió desde que fuera niño,
como inquietante perro, extraño y mudo.

Luego: yo también estuve hace cien años,
y mis antepasados, que en su mortaja
conmigo están emparentados como mi propio pelo,

uno conmigo fueron como mi propio pelo.

HUGO VON HOFMANNSTHAL, Avant le jour.


   Entre el eclipse de la duración, la ruptura del lazo generacional y la sociedad del espectáculo la edad ha adquirido un extraño valor en nuestros tiempos modernos. La experiencia vivida parece a veces menos importante a ojos de nuestros contemporáneos que las experiencias que aún están por vivir... ¿ qué puede proponer al mundo un anciano como yo?...


                                    ECCE HOMO

¡Sí! ¡Sé de dónde procedo!
Insaciable como la llama,
quemo, abraso y me consumo.
Luz se vuelve cuanto toco
y carbón cuanto abandono.
¡Llama soy sin duda!
  
    FRIEDRICH NIETZSCHE.,El gay saber


Rechazar lo inaceptable

¿ Qué he aprendido, pues, que pueda formular y transmitir?. Ante todo, que es necesario y posible rechazar lo inaceptable. Los que durante décadas se habían doblegado, considerando que no había nada que hacer, tanto los oponentes incapaces de unirse antes de tomar el poder como los no resistentes tras la victoria de las fuerzas asesinas, los que habían renunciado, considerando el combate perdido de antemano, carecían de algo , algo que distingue al hombre en su dignidad.
  Ésta es la palabra que buscaba. Cuando en 1948 los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos intentaron caracterizar a la persona humana, el término que eligieron porque forma parte de todas las religiones y todas las filosofías es " dignidad".
 
           Todo los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

  Lo inaceptable es que se atente contra la dignidad. Ese atentado a veces se enmascara con un rechazo del otro porque le falta algo, porque es demasiado diferente, demasiado incapaz, porque legalmente goza de menos privilegios. Pero legítimamente nadie puede ser jamás tratado como inferior. Ese tratamiento es inaceptable. Y es legítimo indignarse.
  Ahí es donde la indignación debe encontrar su vía y conducir a un verdadero compromiso. Si se queda en puro rechazo se debilita, se convierte en cólera, en rechinar de dientes. Encontrar qué es lo que merece indignación es la primera vocación que debo transmitir a quienes se enfrentarán con ese nuevo mundo tan gravemente amenazado.
     Es una cuestión de conciencia.


EL CIELO ESTRELLADO SOBRE MI CABEZA Y LA LEY MORAL EN EL FONDO DE MI CORAZÓN, O EL DESEO Y LA LEY*
* Kant


resistir es crear. Crear es resistir


STÉPHANE HESSEL. EN RESUMEN O CASI...



sábado, 5 de noviembre de 2016

el silencio es luz




                                                    10

un viento débil
lleno de rostros doblados
que recorto en forma de objetos que amar

                                         
                                                    36

en la jaula del tiempo
la dormida mira sus ojos solos

el viento le trae
la tenue respuesta de las hojas


                                                     37

más allá de cualquier zona prohibida
hay un espejo para nuestra triste transparencia




                                   LOS TRABAJOS Y LAS NOCHES 
                                                         (1965)



                                                    POEMA



Tú eliges el lugar de la herida
en donde hablamos nuestro silencio.
Tú haces de mi vida
esta ceremonia demasiado pura.



                                                   REVELACIONES



En la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves.
El deseo de morir es rey.

Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.


                                                     EN TU ANIVERSARIO


Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido.
Recibe lo que hay en mí que eres tú.


                                                   QUIEN ALUMBRA


Cuando me miras
mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor palabras,poemas.
Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.


                                                   PRESENCIA


tu voz
en este no poder salirse las cosas
de mi mirada
ellas me desposeen
hacen de mí un barco sobre un río de piedras
si no es tu voz
lluvia sola en mi silencio de fiebres
tú me desatas los ojos
y por favor
que me hables
siempre


                                                    ENCUENTRO



Alguien entra en el silencio y me abandona.
Ahora la soledad no está sola.
Tú hablas como la noche.
Te anuncias como la sed.


                                                       EL OLVIDO


en la otra orilla de la noche
el amor es posible

-llévame-

llévame entre las dulces sustancias
que mueren cada día en tu memoria.


                                                    SENTIDO DE SU AUSENCIA


si yo me atrevo
a mirar y a decir
es por su sombra
unida tan suave
a mi nombre
allá lejos
en la lluvia
en mi memoria
por su rostro
que ardiendo en mi poema
dispersa hermosamente
un perfume
a amado rostro desaparecido


ALEJANDRA PIZARNIK. POESÍA COMPLETA



                         



jueves, 20 de octubre de 2016

¿ Por qué escribo?





Escribes poemas
porque necesitas
un lugar
en donde sea lo que no es

                                        *

cuidado con las palabras
                                   ( dijo)
tienen filo
                 te cortarán la lengua
cuidado
             te hundirán en la cárcel
cuidado
           
             no despertar a las palabras
acuéstate en las arenas negras
y que el mar te entierre
y que los cuervos se suiciden en tus ojos cerrados
cuídate
           no tientes a los ángeles de las vocales
no atraigas frases
                           poemas
                                         versos
no tienes nada que decir
nada que defender
sueña sueña que no estás aquí
que ya te has ido
que todo ha terminado

                                 *


                                                             III

Voces, rumores, sombras, cantos de ahogados: no sé si son signos o una tortura.
Alguien demora en el jardín el paso del tiempo. Y las criaturas del otoño abandonadas al silencio.

  Yo estaba predestinada a nombrar las cosas con nombres esenciales. Yo ya no existo y lo sé; lo que no sé es qué en lugar mío. Pierdo la razón si hablo, pierdo los años si callo. Un viento violento arrasó con todo. Y no haber podido hablar por todos aquellos que olvidaron el canto.

     


                                                               IV

  Alguna vez, tal vez, encontraremos refugio en la realidad verdadera.
Entretanto ¿ puedo decir hasta qué punto estoy en contra?


                                                               *

  LOS DE LO OCULTO

  Para que las palabras no basten es preciso alguna muerte en el corazón.

  La luz del lenguaje me cubre como una música, imagen mordida por los perros del desconsuelo, y el invierno sube por mí como la enamorada del muro.

  Cuando. ya espero dejar de esperar, sucede tu caída dentro de mí. Ya no soy más que un adentro.


  LA PALABRA QUE SANA

  Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.

 COLD IN HAND BLUES

  y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo

                                                    *

alguna vez
                 alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
                         me iré como quien se va

                                     
                                                     *

explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome



Alejandra PIZARNIK. Poesía completa



jueves, 8 de septiembre de 2016

Muchos son los elementos que obstaculizan el camino. Desfiguramos nuestros recuerdos, los dilatamos, mentimos inconscientemente, manipulamos lo que tomamos por memoria, describimos una verdad que nunca ha existido y continuamos viviendo con todo ello a cuestas




Post scríptum 4

( Septiembre, 2015). Intento trabajar en mi libro en mi lejana isla y el mundo me adelanta. En un mismo día veo dos veces a un hombre con un niño. Un hombre en la portada de El País y un hombre en un cuadro del siglo XV. El primer hombre camina ligeramente inclinado junto a un mar o un río. Lleva uniforme, unas pesadas botas de soldado y sostiene a un niño en los brazos. Del niño solo se ven las pequeñas piernas y los piececillos. Es tan pequeño aún que otra persona le habrá puesto sus zapatitos ese día. Uno sabe de inmediato que el niño está muerto. Se lee en el rostro del hombre. Un gesto de dolor, no por sí mismo, sino por el niño: la quiebra del mundo. El día anterior había yo escrito un pasaje sobre Hieronymus Bosch, el libro sobre el pintor estaba aún abierto encima de mi mesa. En él hay un famoso cuadro de un museo de Róterdam, San Cristóbal con el Niño Jesús, que un mes después volví a ver en el departamento de restauración del Museo Boijmans van Beuningen. La historia es bien conocida. Un gigante pagano, Reprobus, encuentra un niño en la orilla de un río y comprende que este quiere cruzar al otro lado. Se lo sube a los hombros y vadea a través del agua. En el río, el niño se vuelve cada vez más pesado, hasta que el hombre ya apenas puede llevarlo. El niño es Cristo, y desde entonces el hombre recibe el nombre de Cristóforo, el portador de Cristo, o Cristóbal.
Es el protector de los viajeros. En el cuadro, San Cristóbal tiene la misma postura que el soldado en la costa turca. Ligeramente inclinado hacia adelante, lleva al niño con extremo cuidado hacia la otra orilla donde estará a salvo. En el panel, el santo vuelve la cabeza hacia la derecha, al igual que hace el hombre de la fotografía del periódico mirando hacia donde estamos nosotros. El hombre camina como si este niño también pesara mucho, y así es. Es el peso de la muerte.
   El niño era demasiado pesado para Europa, porque Europa no existe. Fue incapaz de llevar a este niño.

Cees Nooteboom. El Bosco. Un oscuro presentimiento. Siruela




sábado, 3 de septiembre de 2016

Voz por la gracia divina. Ella cantaba como si respirara

   El último poema lo envío a la Gazeta Wyborcza ( llegó en enero de 2012):

En el mejor de los casos
serás , mi poema, atentamente leído,
comentado y recordado.
En el peor,
sólo leído.

La tercera posibilidad;
escrito y,
tras un instante, tirado a la papelera.

Aún te que queda la cuarta solución para aprovechar;
desaparecer no escrito,
murmurando algo con satisfacción para tus adentros.
 dos veces
 ( "Al poema propio", de Hasta aquí, 2012)

Murió el 1 de febrero de 2102, en su casa, mientras dormía.


Nada sucede dos veces
y no sucederá. Por eso
nacemos sin experiencia
y moriremos sin rutina.

( "Nada dos veces", 1957)

" Me pregunto qué diría de todo esto", decía Michal Rusinek ante la urna con las cenizas de la poeta,
durante su entierro laico en el cementerio Rakowicki. " Seguranente sospecharía que toda la gente que está aquí lo está por casualidad, que algo los habrá retenido de camino al partido de fútbol".

  De los altavoces fluía la canción Black Coffee de Ella Fitzgerald, sobre quien desde hacía mucho tiempo Szymborska quería escribir un poema, cosa que logró en Aquí:

         Rezaba a Dios,
         rezaba ardientemente,
         para que hiciera de ella
         una feliz muchacha blanca.
          (" Ella en el cielo", de Aquí, 2009)

"Magnífica, insuperable Ella", nos decía. " Si realmente llegará al cielo, sospecho que los coros angelicales intentarían echarla de allí".




  Es fácil escribir sobre la muerte. Sobre la vida es más difícil. La vida tiene más detalles. Las cosas generales no interesan.

lunes, 22 de agosto de 2016

Si estás luchando por un mundo mejor, ¿ cómo se puede pensar en un vestido de gala?



En una de las películas de Charlot, hay una escena donde éste está haciendo el equipaje. Se sienta sobre la maleta, salta encima y, cuando por fin logra cerrarla, por fuera asoman partes de la ropa, tirantes, un cuello de camisa. De modo que agarra la tijera y recorta cuanto sobresale. Wislawa Szymbroska recordó esta escena en el discurso que pronunció en la iglesia de San Pablo de Fráncfort en agosto de 1991, al recoger el Premio Goethe: " Eso suele pasar con la realidad cuando nos empeñamos en meterla en la maleta de la ideología".

    La realidad a veces se revela desde un lado tan caótico y tan terriblemente incomprensible que uno quisiera descubrir en ella un orden más duradero, separar lo que es importante de lo que no, lo anticuado de lo nuevo, lo que molesta y lo que ayuda. Es una tentación peligrosa porque en estos casos, a menudo, entre el mundo y el progreso se cuela una teoría, una ideología que promete segregar y dar una explicación a todo. Entre nosotros hay escritores que se resistieron a la tentación y prefirieron confiar en su propio instinto y conciencia, y no en intermediarios de cualquier especie. Desgraciadamente, yo sí caí en la tentación, cuya prueba son mis dos primeros libros de poemas.


 De este modo se pronunció por primera vez públicamente con respecto a su compromiso con el comunismo.






    Es tiempo de llevarse las manos a la cabeza
    y decirle: Pobre Yorick, ¿ dónde está tu ignorancia,
    tu confianza ciega, tu inocencia
    tu yasearraeglará, el equilibrio del alma
    entre la verdad comprobada y no comprobada?

    Creí que eran traidores, que no merecían sus nombres
    si el hierbajo se burla de sus tumbas desconocidas
    y los cuervos los imitan y las nevadas los ridiculizan,
    pero ésos eran, oh Yorick, falsos testigos.

    La eternidad de los muertos dura aún,
    mientras se les paga con la memoria.
    Moneda inestable. Y no hay día
    en que alguien no pierda su eternidad.

    Hoy sé más de la eternidad:
    se puede dar, y se puede quitar.
    Ese a quien llamaron traidor,
    junto con su nombre ha de morir.
    (...)

    Vienen hacia nosotros. Afilados como diamantes,
    por las vitrinas, relucientes por fuera,
    por las ventanas de acogedoras casitas,
    por las gafas color rosa, por cerebros,
    por corazones, en silencio pasan la cuchilla.

     ( " Rehabilitación", de Llamando al Yeti, 1957)



     Pienso el mundo, segunda edición,
     segunda edición, corregida
     (...)

     El tiempo ( capítulo segundo)
     tiene el derecho de inmiscuirse
     en todo, lo malo y lo bueno.
     No obstante, ese que destruye montañas,
     desplaza océanos y que está presente
     en el movimiento de los astros,
     no tendrá el menor poder
     sobre los amantes, porque están tan desnudos,
     tan abrazados, con el alma enfurruñada
     como un gorrión en el hombro.
  
     La vejez no es más que una moraleja
     en la vida de un criminal.

     ¡Así pues, todos jóvenes!
     El sufrimiento ( capítulo tercero)
     no ultraja al cuerpo.
     La muerte,
     mientras duermes llega.
     (...)
     Sólo un mundo así. Sólo así
     vivir. Y morir sólo así.
     Y todo lo demás es como Bach
     tocado de momento
     con un serrucho.
   
       ( " Pienso el mundo", de Llamando al Yeti, 1957)

domingo, 14 de agosto de 2016

Y ahora te contaré toda mi vida



   Confesarse públicamente es como perder tu propia alma. Hay que guardar algo para uno. No puede derrocharse todo.
  Al contrario que la moda actual, no creo que todos los momentos vividos en común sirvan para mercadear con ellos. Algunos son de mi propiedad sólo a medias. Además, sigo convencida de que los recuerdos que tengo de los otros todavía no han alcanzado su forma definitiva. A menudo converso con ellos mentalmente, y en estas conversaciones se plantean nuevas preguntas y respuestas.
  Qué voy a hacerle, sólo eso puedo decir de mí, y además de manera bastante impersonal, pero compréndanme, el resto, mucho o poco, son cosas privadas, mías, tuyas, de él... Algo así como expedientes protegidos. Es decir, nada que deba ser contado.
  Por supuesto, sé cuáles son mis defectos, me hago muchos reproches. No estoy en absoluto satisfecha conmigo misma y tampoco con mi vida, ni con algunos de sus episodios. Pero eso es algo muy personal, no sé hablar de ello en público. Sería un acto de pauperización interior. Al menos en parte, intento plasmar ciertas experiencias en los poemas. A veces sirve, otras no. Pero hablar directamente de ellas no es mi cometido.



Soy una persona muy chapada a la antigua, que se resiste a hablar de sí misma. Aunque quizás sea, más bien, al contrario: soy vanguardista: ¿ y si en épocas venideras la moda de desnudarse públicamente fuera cosa del pasado?.

WISLAWA SZYMBORSKA    

Frente al peligro, el cohombro se divide en dos:
una parte la entrega para que la devore el mundo,
la otra huye.
...
En el centro de cuerpo del cohombro se abre un abismo
de dos orillas inmediatamente ajenas entre sí.

En una orilla la muerte, en la otra la vida.
Aquí la desesperación, allí el consuelo.
...
Sabemos dividirnos, es verdad, también nosotros.
Pero sólo en cuerpo y susurro interrumpido.
En cuerpo y poesía.
  
    En memoria de Halina Poswiatowska
     ( "Autonomía", de Si acaso, 1972)

viernes, 12 de agosto de 2016

Era demasiado hermoso

LA

PRINCESA 

PROMETIDA 

 ¿ Quién puede saber cuándo va a cambiar su mundo? ¿ Quién es capaz de decir antes de que ocurra, que todas las experiencias anteriores, todos los años pasados, fueron una preparación para... nada? Imaginaos lo siguiente; un anciano casi analfabeto que lucha con un idioma enemigo, un niño casi exhausto que lucha contra el sueño. Y entre ambos sólo las palabras de otro extranjero, traducidas con dificultad de los sonidos nativos de otra lengua. ¿ Quién podía sospechar que por la mañana ese niño se despertaría siendo distinto? De lo único que me acuerdo es de que traté de vencer la fatiga. Incluso al cabo de una semana no me había dado cuenta de lo que había comenzado aquella noche, de las puertas que se cerraban de golpe mientras otras se abrían. Tal vez debí haber intuido algo, o tal vez no; ¿ quién puede presentir la revelación en el aire?
  Lo que ocurrió fue simplemente esto: la historia me enganchó. Por primera vez en mi vida, sentía un interés activo por un libro. Yo, el fanático de los deportes; yo, el enloquecido de los partidos; yo, el único niño de diez años de Illinois que odiaba el alfabeto pero que quería saber qué ocurría después.
  ¿ Qué fue de la hermosa Buttercup y del pobre Westley y de Íñigo, el más grande espadachín de la historia mundial? ¿ Y cuán fuerte era en realidad Fezzik? ¿ Tendría límites la crueldad de Vizzini, el endiablado siciliano?






Todas las noche mi padre me leía un capítulo tras otro, luchando siempre para que las palabras sonaran correctamente, para atrapar el sentido. Y yo yacía allí tumbado, con los ojos entrecerrados, mientras mi cuerpo recorría lentamente el largo camino que le devolvería las fuerzas. Como ya he dicho la convalecencia duró aproximadamente un mes, y en ese tiempo, mi padre me leyó dos veces la princesa prometida. Aunque podía leer yo solo, este libro
 era suyo. Jamás se me habría ocurrido abrirlo. Quería escucharlo con la voz de mi padre, con sus sonidos. Más tarde, incluso muchos años más tarde, en ocasiones solía decir: ¿ qué tal si me lees el duelo que Íñigo y el hombre de negro sostienen en el acantilado?. Y mi padre acostumbraba a gruñir y mascullar, se iba a buscar el libro, se humedecía el pulgar con la lengua, y volvía las páginas hasta que empezaba la fantástica batalla. Me encantaba. Incluso hoy, cuando necesito evocar el recuerdo de mi padre, así es como lo hago. Y lo veo encorvado, esforzando la vista y deteniéndose ante una palabra difícil, tratando de ofrecerme la obra maestra de Morgenstern lo mejor que podía. La princesa prometida le pertenecía a mi padre.
   Todo lo demás era mío.





- Os toca adivinar a vos- dijo-, ¿ Dónde está el veneno?
- ¿ Adivinar? - gritó Vizzini-. Yo no adivino. Pienso. Discurro. Deduzco. Y luego decido. Pero nunca adivino.
- La lucha de ingenio ha comenzado- anunció el hombre de negro...



  Sé que no espero que esto le cambie la vida a nadie como me la cambió a mí. Pero si nos fijamos en las palabras del subtítulo _ " amor verdadero y grandes aventuras"_, yo creí en eso en cierta ocasión. Pensé que mi vida iba a seguir por esos derroteros. Rogaba porque fuera así. Está claro que no lo fue, pero no creo que todavía existan grandes aventuras. Hoy en día no hay nadie que desenvaine la espada y grite: " Hola, me llamo Ínigo Montoya. ¡ Tú mataste a mi padre; disponte a morir!"
  Y del amor verdadero también os podéis olvidar. Yo ya no sé si hay algo que quiera de verdad, más allá del bistec de Peter Luger´s y la enchilada de El Parador ( Perdóname, Helen.)
  En fin, he aquí la versión de las "partes buenas". S Morgenstern  escribió el libro. Y mi padre me lo leyó. Y ahora os lo ofrezco a vosotros. lo que hagáis con él tendrá, para todos nosotros, algo más que un interés efímero.

Nueva York,
diciembre de 1972


WILLIAM GOLDMAN



sábado, 6 de agosto de 2016

Al doblar la esquina


Un buen día, de repente, te conviertes en un hombre sin mujer. Ese día sobreviene de repente, sin mediar el menor indicio o aviso, sin corazonadas ni presentimientos, sin llamar a la puerta y sin carraspeos. Al doblar la esquina, te das cuenta de que ya estás allí. y no puedes dar marcha atrás. una vez que doblas la esquina, se convierte en tu único mundo. En ese mundo pasan a decir que eres uno de esos " hombres sin mujeres". En un plural gélido.
 Sólo los hombres sin mujeres saben cuán doloroso es, cuánto se sufre por ser un hombre sin mujer. por perder ese espléndido viento de poniente. Por que te arrebaten eternamente los catorce años ( la eternidad debe de andar alrededor de los mil millones de años). Por escuchar a lo lejos el lánguido y doloroso canto de los marineros. Por hundirte en el oscuro fondo marino con los amonites y los celacantos... Por citarte con un desconocido en un punto intermedio al azar entre el conocimiento y la ignorancia. Por derramar lágrimas sobre el pavimento seco mientras mides la presión de los neumáticos del coche.

  Convertirte en un hombre sin mujer es muy sencillo: basta con amar locamente a una mujer y que luego ella se marche a alguna parte. En la mayoría de los casos ( como bien sabrás), son taimados marineros quienes se las llevan. Las seducen con su labia y las embarcan deprisa hacia Marsella o Costa de Marfil. Prácticamente nada podemos hacer frente a ello. También es posible que ellas mismas acaben quitándose la vida, sin haberse relacionado con ningún marinero. Frente a eso tampoco podemos hacer nada. ni siquiera los marineros pueden.
  Sea como fuere, así es como te conviertes en un hombre din mujer. Todo sucede en un abrir y cerrar de ojos. Y una vez convertido en hombre sin mujer, el color de la soledad va tiñendo hasta lo más hondo de tu cuerpo. Como una mancha de vino que se derrama sobre una alfombra de tonos claros. No importa  cuán amplios sean tus conocimientos en labores domésticas, porque eliminar esa mancha será una  terriblemente ardua. Quizá el color se vuelva desvaído con el tiempo, pero probablemente la mancha permanecerá hasta que exhales el último suspiro. Es una mancha cualificada y, como tal, también tendrá su derecho a manifestarse en público de vez en cuanto. No te quedará más remedio que vivir con la suave transición de su color y con su contorno polisémico.

 En ese mundo, todo suena de distinta manera. La forma de tener sed es distinta. El modo en que el pelo crece es distinto... Aunque más tarde conozcas a otra mujer, y por muy estupenda que ésta sea ( de hecho, cuanto más estupenda, peor), empiezas a pensar que la perderás desde el mismo instante en que la conoces. La sombra evocadora de los marineros, el timbre de de las lenguas extranjeras en sus bocas ( ¿griego?), ( ¿ estonio?), ( ¿ tagalo?) te pondrán nervioso. Todos los nombres exóticos de los puertos del mundo te harán temblar. Porque ya sabes qué se siente al ser un hombre sin mujer. Tú eres una alfombra persa de tonos claros, y la soledad, la mancha del Burdeos que nunca se eliminará. La soledad la traen de Francia, y el dolor de la herida, de Oriente. Para los hombres sin mujeres, el mundo es una mezcolanza vasta e intensa, es la otra cara de la Luna en su totalidad.

HARUKI MURAKAMI.   HOMBRES SIN MUJERES




Un órgano independiente

Cuando su corazón se mueve, tira del mío. Como dos barcas atadas por una cuerda. Que no se puede cortar, pues no existe ningún cuchillo capaz de cortarla.
  Muy tarde descubrimos que estaba atado a la barca equivocada. Pero ¿ acaso puede afirmarse eso con toda certeza?.

Haruki Murakami.  Hombres sin mujeres

martes, 19 de julio de 2016

Vive como quieras



 IMPUESTOS





TRABAJO



                                                                        PODER

 Frank Capra 1938.

 Han pasado 76 años. Maravillosa película.
Algunos pensarán que las escenas aquí seleccionadas son de otra época. ¿ Están seguros?...


viernes, 15 de julio de 2016





El tiempo fluye siempre igual que fluye el río: melancólico y equívoco al principio, precipitándose a sí mismo a medida que los años van pasando. Como el río, se enreda entre las ovas tiernas y el musgo de la infancia. Como él, se despeña por los desfiladeros y los saltos que marcan el inicio de su aceleración. Hasta los veinte o treinta años, uno cree que el tiempo es un río infinito, una sustancia extraña que se alimenta de sí misma y nunca se consume. Pero llega un momento en que el hombre descubre la traición de los años. Llega siempre un momento - el mío coincidió con la muerte de mi madre- en el que ,  de repente, la juventud se acaba y el tiempo se deshiela como un montón de nieve atravesado por un rayo. A partir de ese instante, ya nada vuelve a ser igual que antes. A partir de ese instante, los días y los años empiezan a acortarse y el tiempo se convierte en un vapor efímero- igual que el que la nieve desprende al derretirse- que envuelve poco a poco el corazón, adormeciéndolo. Y, así, cuando queremos darnos cuenta, es tarde para intentar siquiera rebelarse.

Julio Llamazares. La lluvia amarilla




viernes, 8 de julio de 2016

Silencio




Tormentas de Glenn Gould

¿ Desde dónde llegaste con tu furia tan quieta?
Parecía que ibas a adormecerte encima del piano,
pero enseguida alzabas una hoguera
de llamas negras y tus largos dedos
de hielo acariciaban
el fuego de las más altas esferas.
Y cómo te arrullabas con cada arrebato,
quizá porque querías ser el niño
que no pudiste ser, o porque no sabías
que el hombre-niño que eras
llegaría muy pronto a desbordarte.

¿ A dónde ibas separando espinos
con tus navajas de música?
¿ A dónde ibas, de dónde venías
con la música que otros escribieron,
pero que sólo tú supiste alumbrar?
Para arrancar sonidos nunca oídos
no bastaban tus manos,
por eso con los labios musitabas
lamentos amorosos.

A veces parecía que las manos
no te pertenecían,
pues volaban muy lejos del piano,
y la música y Bach las perseguían,
iban detrás buscando otros espacios
de secretos sonoros.
Marea de pasión contenida, llegaste
a este mundo en busca de más vida,
mas Ella te esperaba en una encrucijada
( Ella era el concierto final, el más sublime)
y en un excelso juego de adivinaciones,
para olvidar por siempre,
acariciabas cada tecla negra,
le susurrabas a las teclas blancas,
y siempre avanzabas bajo los cielos fríos
con tus tormentas de oro.

A veces, cual cantata, el cuerpo te temblaba
y tú ya no sabías si el piano
era cuna o féretro.
Los huesos te cantaban, ardías con la música
y tu cerebro era un bosque de órganos,
y de los tubos de éstos brotaban infinitos.
Pero a la vez tus dedos eran llamas,
diez llamas muy humildes que elevabas
allá, a lo más alto,
como plegaria última,
hasta llorar por siempre de alegría
lágrimas negras.

Luego, la soledad  te devoró
y volviste a salir al encuentro de Ella
para alejarla, para adormecerla
como a ti te gustaba: arrullando
esa mar o esa noche del piano.
La Muerte te salía al encuentro
con sus coros y orquestas,
mas tú la combatías con ternura,
la ibas conduciendo ( como si fuere uno
de aquellos animales que amaste y te amaron)
hasta el redil oscuro donde tiene
la música tu tumba.
Y pusiste de nuevo tus manos a cantar.
Y comenzó tu cuerpo como a tambalearse,
e ibas y venías del piano
sin poder resistir tu propia música.
Y tus ojos, cerrados, hacia adentro estallaron.

Ya no estás con nosotros,
mas tus manos nos llevan todavía
por ese firmamento
en que nos convertimos escuchándote.
Meteoro de luz, incandescente aún,
siempre regresas para irnos guiando
con tu estela hacia arriba;
nos va arrebatando humanísimo
allá donde perdura
el combate ganado por tus manos;
nos dejas derrotados allá donde nosotros
deberemos librar nuestro propio combate
y ganar o perder para siempre
esa música que es la vida eterna.

ANTONIO COLINAS. Obra poética completa





 


Glenn Gould ese genio musical. Interpretó a Bach de un modo que nadie, ni antes ni después, puede aspirar a igualar, apareció en la portada de Time, metieron interpretaciones suyas en la nave espacial Voyager como ejemplo, dirigido a las formas de vida extraterrestre, de lo genial que la raza humana puede llegar a ser. Murió de un derrame cerebral masivo en 1982, al que sin duda contribuyo su épica adicción a los medicamentos con receta. Dejó de tocar en público a una edad absurdamente temprana porque le parecía que los espectadores siempre eran hostiles, que estaban esperando a que la cagase. Dedicó el resto de su vida al estudio de grabación, pues creía ( con razón, por lo que se vio) que había un gran futuro en los discos y en los tremendos avances que se estaban logrando en la tecnología asociada. Adoraba la seguridad de los estudios y lo a salvo que se sentía en ellos. Tras haber grabado cinco álbumes, estoy completamente de acuerdo con él; en ellos he pasado algunas de las horas más satisfactorias, concentradas y entretenidas de mi vida.
Gould también estaba como una regadera. Llevaba abrigos gordos, sombreros y bufandas en pleno verano, se echaba agua hirviendo en las manos y en los antebrazos antes de tocar, tomaba pastillas como si fueran caramelos, llamaba as sus amigos ( y a desconocidos ) a las tres de la mañana y hablaba con ellos aunque se durmieran, invertía en bolsa, odiaba la compañía, fue lo más parecido que ha habido en la música clásica a una estrella de rock. De joven también estaba tan bueno como una estrella de cine. Y tocaba el piano como un dios. Estoy segurísimo de que uno de sus dos influyentes álbumes de las Variaciones Goldberg ha aparecido en esas listas de  discos para llevarse a una isla desierta más veces que ninguna otra grabación clásica.

James Rhodes. Instrumental





sábado, 28 de mayo de 2016

VIETNAM



Mujer, ¿ cómo te llamas?-_ No sé.
¿ Cuándo naciste, de donde vienes?_ No sé.
¿ Por qué has cavado una madriguera en la tierra?_ No sé.
¿ Desde cuándo te escondes aquí?_ No sé.
¿ Por qué me has mordido en el dedo anular?_ No sé.
¿ Sabes que no te haremos daño?_ No sé.
¿ De qué lados estás?_ No sé.
Es la guerra, has de elegir. - No sé.
¿ Existe todavía tu aldea?_ No sé.
¿ Estos son tus hijos?_ Sí.



                           
                                                   UTOPÍA

Una isla en la que todo se aclara.

 Ahí se llega a la tierra firme de las pruebas.

Hay un solo camino, el de la llegada.

Los arbustos se pliegan bajo el peso de las respuestas.

Ahí crece el árbol de la Hipótesis Correcta
con las ramas perpetuamente desenredadas.

Y el árbol de la Comprensión, llamativamente recto,
junto al manantial de nombre  Ah,Entonces Es Así.

Cuanto más espeso se hace el bosque, más se abre
el Valle de la Obviedad.

Si surge una duda, la desvanece el viento.

El eco, sin que nadie se lo pida, toma la palabra
y con ganas aclara los misterios del mundo.

A la derecha, una cueva donde habita el sentido.

A la izquierda, el Lago de la Convicción Profunda. 
La verdad se desprende del fondo y sale a la superficie.

La seguridad Irrevocable domina el Valle.
Desde su cima se contempla la Esencia de las Cosas.

A pesar de tantos atractivos la isla está desierta,
y las pequeñas huellas de pasos, visibles en la orilla,
se dirigen todas, sin excepción, al mar.

Como si sólo de allí se saliera
para sumergirse irremediablemente en el abismo.

En una vida inconcebible.


Wislawa Szymborska.


jueves, 19 de mayo de 2016





CONCURSO DE BELLEZA MASCULINA

De la mandíbula al talón entró tenso.
Sobre él oleosos firmamentos.
Sólo puede ser seleccionado
aquel que esté trenzado como pan.

Con un oso se lía a golpes
oso feroz ( bien que no haya tal oso).
Tres jaguares invisibles
caen de tres mamporros.

Maestro de sentadillas y flexiones.
La barriga en veinticinco posiciones.
Le aplauden, él se inclina
tras haber ingerido vitaminas.

DE SAL 1962
Wislawa Szymborska

No hay mayor lujuria que el pensar



LAS MUJERES DE RUBENS

Hercúleas, fauna femenina,
desnudas como el estrépito de barriles.
Anidan en lechos aplastados,
duermen con la boca abierta para chillar.
Sus pupilas han huido hacia el fondo
y penetran al interior de las glándulas,
de las que gotea levadura en la sangre.

Hijas del barroco. Engorda la masa en el cuezo,
humean de vapor los baños, se sonrojan los vinos,
por el cielo galopan cochinillos de nubes,
relinchan las trompetas ante el peligro físico.

¡ Oh acalabazadas, oh excesivas
y duplicadas al deshacerse de los vestidos,
triplicadas por el ímpetu de la pose,
grasientos platos de amor!

Sus flacas hermanas se levantaron antes
de que amanecieran en el cuadro.
Y nadie las vio caminar en fila india
por el lado no pintado del lienzo.

Desterradas del estilo, las costillas contadas,
pies y manos, dirías que de ave.
Intentan levantar el vuelo con sus omóplatos huesudos.

El siglo trece les daría un fondo dorado.
El veinte, una pantalla plateada.
Ese diecisiete, en cambio, no tiene nada para las planas.

Porque hasta el cielo es  convexo,
convexos ángeles y convexo Dios:
Febo bigotudo que en un corcel sudoroso
entra en la alcoba hirviente.

DE SAL 1962

Wislawa Szymborska

viernes, 13 de mayo de 2016




FOTOGRAFÍA DEL 11 DE SEPTIEMBRE

Saltaron hacia abajo desde los pisos en llamas:
uno,dos, todavía unos cuantos
más arriba, más abajo.

La fotografía los mantuvo con vida,
y ahora los conserva
sobre la tierra, hacia la tierra.

Todos siguen siendo un todo
con un rostro individual
y con la sangre escondida.

Hay suficiente tiempo
para que revolotee el cabello
y de los bolsillos caigan
llaves, algunas monedas.

Siguen ahí al alcance del aire,
en el marco de espacios
que justo se acaban de abrir.

Sólo dos cosas puedo hacer por ellos:
describir ese vuelo
y no decir la última palabra.

                      ( G. B.- A. M)

Wislawa Szymborska

Hasta donde alcanza la vista, aquí reina el instante. Uno de esos terrenales instantes a los que se pide que duren.






UNA DEL MONTÓN


Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.

Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.

En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a la medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.

Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos individuo.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un
enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.

Alguien mucho menos feliz,
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo el cristal de un microscopio.

Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.

Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para otros brilla.

¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?

¿ Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?

El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.

Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.

Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.

Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente.



LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.

Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.

Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.





ALGO SOBRE EL ALMA

Alma se tiene a veces.
Nadie la posee sin  pausa
y para siempre.

Día tras día,
año tras año
pueden transcurrir sin ella.

A veces sólo en el arrobo
y los miedos de la infancia
anida por más en el asombro
de haber envejecido.

Rara vez nos asiste
en las tareas pesadas,
como mover los muebles,
cargar las maletas
o recorrer caminos con zapatos apretados.

Cuando hay que cortar carne
o llenar solicitudes,
generalmente está de asueto.

De mil conversaciones
toma parte sólo en una,
y no necesariamente,
pues prefiere el silencio.

Cuando el cuerpo nos empieza a doler y doler,
escapa sigilosamente de su hora de consulta.

Es algo quisquillosa.
con disgusto nos ve en la muchedumbre,
le repugna nuestra lucha por ventajas
y el rumor de los negocios.

La alegría y la tristeza
no son para ella sentimientos distintos.

Sólo cuando se unen
está presente en nosotros.

Podemos contar con ella
cuando no estamos seguros de nada
y tenemos curiosidad por todo.

De los objetos materiales
le gustan los relojes con péndulo
y los espejos que trabajan afanosos
aunque no mire nadie.

No dice de dónde viene
ni cuándo se irá de nuevo,
pero evidentemente espera esa pregunta.

Según parece,
así como ella a nosotros,
nosotros a ella
también le servimos de algo.



CIERTA GENTE


Cierta gente huyendo de cierta gente.
En cierto país bajo el sol
y bajo ciertas nubes.

Dejan tras de sí su cierto todo,
campos sembrados, ciertas gallinas, perros,
espejos en los que justamente se contempla el fuego.

Llevan en la espalda cántaros y hatillos,
cuanto más vacíos, cada día más pesados.

Tiene lugar calladamente el detenerse de alguien,
y en el tumulto, el arrancarle el pan alguien a alguien
o el sacudir al niño muerto de alguien.

Continuamente ante  ellos un cierto no hacia allá,
un no es éste el puente que hace falta
sobre un río extrañamente rosa.
Alrededor ciertos disparos, más lejos o más cerca,
y en lo alto un avión que , un poco, se balancea.

No estaría mal una cierta invisibilidad,
una cierta parda pedregosidad,
y aún mejor un cierto no-haber-sido
por un tiempo corto o hasta luego.

Algo ocurrirá todavía, pero dónde y qué.
Alguien les saldrá al paso, pero con qué intenciones.
Si es que puede elegir,
quizás no quiera ser un enemigo
y los deje con cierta vida.


LISTA* ¡ Impresionante!

He hecho una lista de preguntas,
cuyas respuestas ya no alcanzaré a saber,
porque es demasiado pronto para ello,
o porque seré incapaz de entenderlas.

La lista de preguntas es larga,
toca temas importantes y menos importantes,
pero como no quiero aburriros
sólo revelaré algunas de ellas:

Qué era real
y qué apenas si lo parecía
en este auditorio
estelar y bajo las estrellas,
donde es necesario tanto billete de entrada
como billete de salida;

Qué pasa con todo ese mundo vivo
que no tendré tiempo
de comparar con otro mundo vivo;

Sobre qué escribirán
pasado mañana los diarios;

Cuándo acabarán las guerras
y por qué otra cosa serán sustituidas,

En qué dedo corazón estará ahora
el anillo del alma
que a mí me fue robado, que perdí;

Cuál es el lugar del libre albedrío
que es capaz de ser y de no ser
al mismo tiempo;

Qué ha sido de decenas de personas:
¿ nos habremos conocido realmente?

Qué intentaba decirme M.,
cuando ya no podía hablar;

¿ Por qué tome por buenas
cosas malas
y que necesito
para no volver a equivocarme'

Tomé nota antes de dormirme
de algunas preguntas.
Al despertarme
ya no pude leerlas.

A veces sospecho
que se trata de un código preciso.
Pero ésta también es una pregunta
que me abandonará algún día.

TODO* Genial

Todo:
palabra impertinente y henchida de orgullo.
Habría que escribirla entre comillas.
Aparenta que nada se le escapa,
que reúne, abraza, recoge y tiene.
Y en lugar de eso,
no es más que un jirón de caos.

Wislawa Szymborska - Instantes-




viernes, 25 de marzo de 2016

¿ QUÉ VES EN ELLA?

1...Es inteligente, guapa, muy divertida...


Detectar el encanto en lugares insólitos es negarse a ser hechizado por lo obvio...
El amor revela su demencia al negarse a reconocer la normalidad inherente al ser amado...
¿ Tenían mis opiniones sobre Chloe algún punto en común con la realidad, o había perdido totalmente el juicio?...
Como sólo el cuerpo está expuesto a la vista, la esperanza del amante encandilado es la fidelidad del alma a su envoltura, la esperanza de que el cuerpo posea un alma apropiada, de que lo que la piel representa resulte ser lo que es. Yo no amaba a Chloe por su cuerpo, amaba su cuerpo por la promesa de lo que ella era. Una promesa sumamente edificante...







2... ELIPSIS

Según un dicho árabe, el alma viaja a paso de camello. Mientras la implacable dinámica de un presente programado nos obliga a seguir adelante, nuestra alma, sede del corazón, se rezaga nostálgicamente, lastrada por el peso del recuerdo. Si cada aventura amorosa añade cierto peso a la carga del camello, cabe esperar que el alma aminore el paso en función de la importancia del lastre amoroso. Cuando por fin pude liberarme del aplastante peso de su recuerdo, Chloe casi había matado a mi camello...





Pero todo convoca a tu presencia:
mírame regresando.


Yo sé 
que el amor tiene letras diferentes
para escribir: me voy, para decir:
regreso de improviso. Cada tiempo de dudas
necesita un paisaje.


Dos cosas representas:
tristeza y hermosura,
limitación
y alas para un sueño.


La verdad sólo ocurre pocas veces
igual que la mentira. los regresos
son tomas de poder sobre los cuerpos,
ni tiene falsedad ni van desnudos.


y comprendí que nada se comprende.







HUNDE TU ROSTRO EN TUS MANOS

Porque hemos cruzado el río y el viento y el viento sólo ofrece un remolino entumecido de frío y nos hemos adaptado mansamente, sin esperar ya nada más que lo nos ha sido dado, sin preguntar cómo es que llegamos a este lugar, no nos importa que nada haya resultado como esperábamos. No hay manera de dispersar la niebla en la que vivimos, no hay manera de saber que hemos aguantado un día más. La silenciosa nieve del pensamiento se derrite antes de que pueda cuajar. Nadie tiene idea de dónde estamos. Las puertas a ninguna parte se multiplican y el presente queda tan lejos, tan profundamente lejos...

Después de varios años de matrimonio, él se pone al pie de la cama y le dice a su esposa que jamás le conocerá, que en todo lo que dice hay más que no dice, que detrás de cada palabra que pronuncia hay otra palabra, y cientos más detrás de ésa. Todas esas  palabras impronunciadas, le dice, encierran su verdadero ser, que ha sido traicionado por la personalidad superficial que está delante de ella. " Así que ya lo ves", le dice, quitándose las zapatillas, " soy más de lo que te he hecho creer que soy". " Ah, tonto", le dice su esposa, " claro que lo eres. Resulta que sólo pensar que tengas tantas personalidades perdiéndose en la nada es muy emocionante. Nada puede agradarme más que apenas existas tal cual eres".





Asunción de ti

1

Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.

2

Puedes querer el alba
cuando ames. 
Puedes 
venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje...

he conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros. 
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí.









RECUERDO DE LA BELLEZA HUMANA

No la rosa, que existe en el olor,
ni el verso que ha entregado, en su milagro,
una invisible luz, y se hace el mundo,
ni el mar, que es un sólido espacio.

  Dime si te destruye mi mirada,
tan suave como el aire,
posada como el tiempo.
¿Qué añade tu belleza a la belleza?
Si tú no hubieras sido, nada sería tú,
como el posible Dios es sólo uno,
y mi mirada ( el tiempo) te destruye.
Tu belleza es aún más:
puede darse a quien mira,
y hacerse humilde, y torpe, porque existo.
No se puede expresar desde esta vida,
pues no hay comparación, nada
que signifique lo que es.
Si acaso confesarte mi deseo
de ser yo tú,
y así ofrecerte al fin lo que mereces
cuando acercas tus manos a las mías:
saber que me mirabas con mis ojos.



* No el amor, sino los alrededores es lo que vale la pena.....   ( Pessoa)

** ALAIN DE BOTTON, LUIS GARCÍA MONTERO, MARK STRAND, MARIO BENEDETTI, FRANCISCO BRINES... tienen la culpa.