Mi vida,
os la puedo contar en dos palabras:
Un patio
y un trocito de cielo
por donde a veces pasan
una nube perdida
y algún pájaro huyendo de sus alas.
AUTOBIOGRAFÍA
Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.
Por eso aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
y a muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.
Mas no hay sombra de arcángel
vengador en mis venas.
España es sólo el grito
de mi dolor que sueña...
¿ LA VIDA?
Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llave,
como la choza de un pobre.
Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del Amor, no lo recuerdo.
¿ Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?
¿ O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?
Veintidós años... Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma... Escribo
a tientas: " el mar", " el campo"...
Digo " bosques" y he perdido
la geometría de un árbol.
Hablo, por hablar, de asuntos
que los años me borraron...
No puedo seguir, escucho
los pasos del funcionario.
MI CORAZÓN ES PATIO
La tierra no es redonda:
es un patio cuadrado
donde los hombres giran
bajo un cielo de estaño.
Soñé que el mundo era
un redondo espectáculo
envuelto por el cielo,
con ciudades y campos
en paz, con trigo y besos,
con ríos, montes y anchos
mares donde navegan
corazones y barcos.
Pero el mundo es un patio
(Un patio donde giran
los hombres sin espacio)
...
y en la soledad del muro
hallareis mi testamento:
al mundo lo dejo todo
lo que tengo y lo que siento,
lo que he sido entre los míos,
lo que soy, lo que sostengo.
una bandera sin llanto,
un amor, algunos versos...
y en las piedras lacerantes
de este patio gris, desierto,
mi grito, como una estatua
crucificada y rota, en el centro.
QUIERO EL AMOR
Quiero el amor enorme y sin riberas,
y mi pena también, sin meridianos.
Quiero morder los límites humanos
y del hielo saltar a las hogueras...
Sólo el alma se vuelca en torrenteras
de fantástica luz, si ardientes manos
me arrastran a sus grados más lejanos,
abismos de imposibles primaveras.
Redimiré así el alma de los planos
senderos que trilla el "cada día"
igualándome a las brisas marineras.
Como van los gitanos por la luna,
sangrando pura, ardiente poesía,
desnudo voy por mágicas esferas.
...
Quisiera ser como el tiempo
fugaz y eterno,
ir pasando como el viento.
Un río. Ser el caudal
que va ganando al morir
en la fosa azul del mar.
Pero el viento se detiene
en la orilla de la calma
y en la calma se sostiene.
Pero muere el manantial
y seco el cauce del río
camino es de tierra al mar.
¿ Y el tiempo?, herido le siento
como un dolor nada más
de eternidad y momento.
PUDE CAER
Para Ana
MARCOS ANA. Poemas de la prisión y la vida.